Los notarios hacen realidad la autonomía de la voluntad al redactar las escrituras conforme a la voluntad real de los ciudadanos: también en el ámbito del Derecho de Familia el consejo, el asesoramiento previo y el examen de los límites que impone la legalidad a la autonomía de la voluntad, al valorar previamente lo que se puede y no se puede hacer, aumentan la seguridad jurídica y reducen la imprevisibilidad, en un ámbito en el que las cosas están cambiando muy rápidamente.