Durante los años sesenta era común, en las incipientes carreras de comunicación del país, escuchar el nombre de Marshall McLuhan, el profesor canadiense que con sus ideas originales explicaba las implicaciones que tenían los medios de comunicación masiva en la conducta y convivencia humanas. Se hablaba de la aldea global; de los medios de comunicación como extensiones del hombre; de medios cálidos y fríos; se afirmaba que "el medio es el mensaje" y se decía, también, que "el medio es el masaje".