Acceso usuarios
Wang Hui
El autor parte de la indentificación de historia y tiempo que tiene lugar en la Europa del s. XIX para preguntarse si este modelo nos permite interpretar correctamente la idea de �China�. La principal dificultad recae en que dicha identificación convierte al Estado-nación en el sujeto protagonista de la historia, relegando otros modelos de organización política �que se indentificarán con la idea del �Imperio�� a fórmulas arcaicas, inmovilistas y carentes de historia. En este contexto, surge el caso de China, que debido a su gran complejidad interna, no encaja en ninguno de los dos modelos y escapa a una comprensión simplista, que no cuestione el tópico de la mera oposición con Occidente. Según el autor, la historia de China es la de la reinvención permanente, incluso de los elementos de continuidad, como el confucianismo, que se reinterpreta al servicio del gobernante que ansía verse legitimado. Para romper con los clichés, el autor nos invita a observar aquello universal que existe en todas las singularidades; para superar el nacionalismo y el occidentecentrismo, nos propone dar forma a una perspectiva real y genuinamente mundial, dejando a un lado los dualismos tramposos y revelando la riqueza y la complejidad de la sociedad china.
