El artículo retrata el proceso de empoderamiento de la mujer china a partir de los años cincuenta, con la proclamación de la República Popular China y las ambiciosas medidas de igualdad entre sexos, que pondrían fin progresivamente a lacras profundamente arraigadas en la cultura tradicional del país, como los matrimonios de conveniencia o la venta de esposas. Sin embargo, la autora que sostiene que parejo al proceso de incorporación de China en las dinámicas de la globalización y la capitalización de la economía, se ha producido una marginalización de la mujer, que califica de retroceso histórico, y que la lleva a sufrir doblemente (por su clase y su sexo), los problemas derivados del rápido crecimiento de la economía y la transformación abrupta de la sociedad, que ha dado alas de nuevo a nuevo tipo de machismo, ligado a la liberación sexual de la mujer y la desigualdad económica. La autora distingue también los problemas en el entorno rural y el urbano, y retrata la reaparición de prácticas olvidadas (como el comercio de esposas) o los nuevos fenómenos que tienen lugar en el entorno urbano, como el importante aumento exponencial del número de divorcios; asimismo, identifica el surgimiento de las conocidas como �bellezas de cuello blanco�, jóvenes profesionales solteras que pueden darnos una imagen de liberación y dinamismo poco homologable al resto de mujeres chinas.