En este artículo se analiza la evolución económica de Japón en el 2006, donde se ha marcado el más largo período continuado de crecimiento desde la posguerra. Esto puede indicarnos que, aunque tímidamente, Japón está saliendo de manera sólida y pausada de la crisis de la denominada �década perdida�. El crecimiento real del PIB alcanza el 2,2%, con una recuperación leve del consumo privado y el final esperado de la atonía de la deflación, lo que augura un comportamiento positivo para los próximos años. No obstante, el reto que se presenta para los diferentes agentes económicos no resulta fácil: ingente deuda pública; reforma administrativa y fiscal; reforma del sistema de salud y pensiones motivado por el envejecimiento de la población y la retirada masiva de la generación baby boom de la posguerra; cambios sociales y del mercado laboral; incertidumbre de los precios energéticos; un yen infravalorado, así como las fricciones que conlleva el superávit comercial, cargan mucho la agenda económica del nuevo primer ministro Shinzo Abe.