Miguel Cardoso, Luis Carranza, Joaquín Vial
En todos los escenarios sobre el futuro de la economía global aparece como un riesgo importante la posibilidad de una crisis económica en China, lo que de alguna manera da cuenta de la tremenda importancia que este país ha venido ganando en la economía mundial. En efecto, el Imperio del Medio no sólo ha sido el mayor contribuyente al crecimiento mundial en los últimos años (entre el 20 y el 25%),1 sino que esta aportación se ha materializado a través de un modelo de desarrollo a la vez original y similar al utilizado por otros países de la región. En particular, es difícil no hacer comparaciones entre el �milagro� chino y el importante crecimiento experimentado por países como Corea del Sur, Tailandia o Malasia entre los años 1960 y 1995. Parte de los temores sobre China radican justamente en el hecho que el milagro de los llamados �tigres�, experimentó un doloroso y sorpresivo tropiezo a fines de los años noventa. Este artículo orbita precisamente en torno a la relevancia de esta comparación y lo que podemos aprender de ella al evaluar las posibles debilidades del desarrollo de China.