Si se lee detenidamente un periódico indio cualquier día del año, tarde o temprano aparecerá una noticia relacionada con la violencia política o el terrorismo que afectan el país.
Será toda una casualidad si, en relación a lo mismo, aquel día en concreto no se menciona la muerte de al menos un insurgente, un terrorista, un civil o un miembro de las fuerzas de seguridad. Esta realidad suele pasar inadvertida fuera del país; en el mejor de los casos es instintivamente relativizada por su teórica intrascendencia en el contexto de un Estado de 1.100 millones de personas.
Sin embargo, la India no deja de ser un Estado-nación más, y en estos parámetros debe ser examinada. Bajo la premisa anterior, este artículo analiza las causas, características, evolución y alcance de la violencia política y el terrorismo en la India en sus tres principales manifestaciones actuales: el naxalismo o guerrilla de inspiración maoísta, las insurgencias étnicas en el Noreste del país y el terrorismo islámico. Asimismo, también evalúa la responsabilidad y respuesta del Estado en y ante los fenómenos citados, además de contextualizar el escrutinio en el seno de una región marcada por una fuerte inestabilidad política.