La firma del Protocolo relativo a la gestión integrada de las zonas costeras del Mediterráneo por parte de la Unión Europea supone un importante paso adelante en la protección de los recursos y la salvaguarda del medio ambiente. La acción de la Unión Europea respecto a la cuenca del Mediterráneo, un espacio con características geomorfológicas, hidrológicas y climáticas únicas que lo hace especialmente vulnerable a la degradación ambiental, responde a un planteamiento estratégico que se inicia en el año 2006 y refuerza el entramado jurídico internacional que se articula alrededor del Convenio de Barcelona.