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Miguel Castroviejo Bolívar
La población humana aumenta velozmente y en 2050 puede haber 9 300 millones de personas en la Tierra. Además, el propio desarrollo hace que la intensidad de uso de los recursos sea cada vez mayor. La disponibilidad de recursos está sometida cada vez a mayor presión ya que la oferta no puede crecer al ritmo de la demanda. Para sobrevivir todos juntos habrá que introducir cambios importantes en nuestra forma de vivir y de producir bienes y servicios. Un elemento clave será lograr una mayor eficiencia en el uso de los recursos. Es un reto de enormes proporciones que va mucho más allá de las cuestiones ambientales y que alcanza a muchos sectores económicos (energía, transporte, producción industrial, agricultura, servicios y otros). La Unión Europea lo ha visto de forma clara y lo ha integrado como un pilar clave en su estrategia de crecimiento y empleo para esta década, la estrategia Europa 2020. La eficiencia de recursos debe por lo tanto formar parte de la planificación económica al más alto nivel en todos los Estados miembros. La Comisión Europea ha presentado la iniciativa emblemática �Una Europa que usa eficazmente los recursos�, donde indica como abordará este reto. Además, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el paso a una economía baja en carbono contribuyen considerablemente a avanzar en esta senda de la eficiencia. El objetivo del Consejo Europeo y los compromisos de la conferencia del clima de Cancún de reducir estas emisiones en un 80-95% para 2050 dan un considerable impulso en esta dirección. Su logro significará una completa revolución en muchos aspectos de nuestra actividad económica. Algunos sectores como el energético o el habitacional tendrán que reducir sus emisiones en más de un 90%. Puede significar que la producción de electricidad casi no emitirá CO2. Terceros países, competidores de la Unión Europea a escala global, hacen un esfuerzo formidable por liderar tecnologías y mercados en este sector. El crecimiento, el empleo y el bienestar futuro en la Unión Europea no tienen más alternativa que avanzar decididamente en la eficiencia de recursos y hacia una economía baja en carbono. Ello tendrá efectos muy importantes en todos los actores económicos de ahora en adelante.
