María Mercedes Lafuente Benaches
La seguridad es imprescindible para aceptar la energía nuclear en el mix de energías disponibles. La seguridad requerida es de triple orden y conlleva una adecuada regulación de los aspectos básicos de esta clase de energía, especialmente, de las instalaciones que la producen y que almacenan sus residuos, como sucede con el ATC español. Exige máximos de seguridad tecnológica de la más avanzada vanguardia, probada y fiable. Todo ello sobre la base de un compromiso ético, por parte de todos los implicados: Gobiernos, industria técnica y ciudadanos, que se traduzca en un uso racional de esta clase de energía, conforme a un modelo de desarrollo sostenible que permita a todos, generaciones presentes y futuras, disfrutar de un medio ambiente saludable.