Para sobrevivir en el camino largo y difícil, una empresa debe reinventarse periódicamente, saltando desde el final plano de una curva de desempeño de un negocio hacia la creciente pendiente de otra. Son muy pocas las empresas que tienen éxito en su salto cuando llega el momento de darlo. Eso se debe a que comienzan muy tarde con el proceso de reinvención.
Una vez que el negocio existente comienza a estancarse y disminuye significativamente el crecimiento del ingreso, una empresa tiene menos de 10% de posibilidades de recuperarse en el futuro.
Nunes y Breene, ambos de Accenture, al informar sobre los resultados de su programa de investigación de larga data High Performance Business, señalan que existe una notoria diferencia entre las empresas que se han reinventado exitosamente y aquellas que han fracasado. Las de mayor desem-peño gestionan sus negocios no sólo según la curva de crecimiento de sus ingresos, sino que también según tres curvas en S mucho más cortas, pero igualmente importantes: hacerle seguimiento a la base de la competencia en su sector, renovar sus capacidades y crear una reserva de talento preparado.
Al plantar las semillas para negocios nuevos antes que los ingresos provenientes de los ya existentes comiencen a estancarse, estas empresas gozan de un mayor desempeño sostenido.