Es un error pensar que entramos a un mundo donde las actividades tradicionales de marketing se tornarán irrelevantes. La escala y velocidad de los medios sociales exigen que los elementos básicos de marketing se apliquen correctamente: piense en la fuerte reacción negativa impulsada por internet contra los laptops inflamables de Dell y el candado de Kryptonite, costoso pero demasiado fácil de abrir. El peligro evidente es no poder avanzar al mismo ritmo de los últimos desarrollos en los medios sociales. Pero un peligro de igual envergadura, aunque menos obvio, es dejarse distraer por los medios sociales y perder de vista lo fundamental.
Las marcas deberían utilizar los nuevos medios para lograr resultados en cuatro áreas básicas: ofrecer y comunicar una promesa clara al cliente, crear confianza al cumplir con la promesa, mejorar continuamente la promesa e innovar más allá de lo familiar. Por ejemplo, Virgin Atlantic incluye consejos de viaje de los tripulantes en su página de Facebook, se comunica con sus clientes por Twitter cuando hay sucesos que cambian rápidamente, ofrece un sistema para compartir taxi para mejorar su marca y mantiene el sitio Vtravelled.com, donde los clientes pueden intercambiar información, historias y consejos.
A medida que los clientes experimentan con los medios sociales, las compañías deberían concentrarse en recopilar ideas de los clientes en lugar de simplemente intentar aumentar sus ventas, aprovechar la velocidad y alcance de los medios sociales mientras protegen la reputación de la marca y seguir cuidadosamente las reglas implícitas de la participación online de sus clientes