El acoso institucional se encuentra provocado por un sistema de empleo precario. esta situación genera desmotivación, baja autoestima, depresión. Uno de sus síntomas es el denominado presentismo laboral. En el año 2009 hemos conseguido reducir el absentismo laboral por debajo de la media europea, sin embargo no ha ido acompañado del esperado incremento de la productividad. Los trabajadores tienen miedo a perder el trabajo, no se arriesgan a estar de baja, acuden el trabajo con poca o ninguna motivación el empresario debe ser consciente del problema y saber que si no se lucha contra estas prácticas, puede que sea la propia empresa la gran perjudicada porque una persona que no está al 100% genera una pérdida sobre la productividad en equipo. Este fenómeno que lo sufren más las pymes no se puede perder de vista, ya que cuanto más dure mayores serán sus repercusiones. Nos encontramos ante un proceso de adaptación que no tiene como el eje de desarrollo la calidad de la vida laboral.