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El artículo analiza las polémicas sobre el nombre de la lengua y el modelo lingüístico formal que han provocado las primeras actuaciones oficiales de cierta relevancia social que han utilizado el catalán en el ámbito de la Unión Europea. En concreto, se ocupa del anuncio de demanda de oficialidad y la consiguiente traducción del proyecto de Constitución para Europa del año 2004, y de la publicidad de las elecciones europeas de 2009. El lapso de tiempo permite comprobar que los conflictos no se han superado y, a nuestro entender, que las posibles vías de solución, para las cuales ofrecemos alguna propuesta técnica, pasan inevitablemente por un cambio de actitudes lingüísticas que tendría que empezar por los mismos gestores del hecho lingüístico en Cataluña y en el País Valenciano.
This article analyzes the controversies regarding the language name and formal language model that were sparked by the first official, socially relevant acts employing Catalan within the context of the European Union.
Specifically, it deals with the announcement of the request for official status and the resulting translation of the 2004 draft European Constitution, and the advertising for the 2009 European elections. The time interval between both events makes it possible to verify that the conflicts have not been overcome, and, in our opinion, the possible avenues for a solution, for which we offer some technical proposals, must inescapably involve a change in language attitudes, a change that must be initiated by the very administrators who oversee language affairs in Catalonia and Valencia.
