Las economías desarrolladas están cada vez más orientadas a los servicios, por lo que tanto las empresas como los mercados en general se enfrentan al reto de innovar en los servicios. Algunos de los principios de la innovación abierta se pueden aplicar directamente a los servicios, lo que puede llevar a algunas empresas a verse en la necesidad de llevar a cabo una transformación en su forma de llevar el negocio.