La tensión existente entre justicia constitucional y democracia, esto es, entre la necesidad de someter a la ley al control de los jueces y la obvia legitimidad democrática del Parlamento, autor de la misma, es sin duda un tema clásico �se diría que casi eterno� del Derecho Constitucional desde que dicho control se intentara por primera vez en el constitucionalismo americano (vid. lo que dice Hamilton en el LXXVIII de «El Federalista»). En consecuencia, este trabajo analiza esa tensa y difícil relación en el interesante marco de la experiencia constitucional española, prestando para ello una atención singular al debate abierto sobre dicho tema durante los procesos de elaboración de la Constitución de la Segunda República (un debate ciertamente muy rico y esclarecedor para el objeto que nos ocupa) y de la actual Constitución española de 1978.