La Ley Orgánica del Poder Judicial supone una destacable y peculiar Norma en la cual convergen diferentes sensibilidades jurídicas procesales (organización y funcionamiento judicial) y administrativas (repartos competenciales entre instancias gubernativas gestoras del aparato jurisdiccional). Tan denso marco genera riesgos de coherencia interna del sistema a regular por aquélla, extensibles incluso a la función jurisdiccional. Proponemos el estudio del régimen retributivo del personal al servicio de la Administración de Justicia para ejemplificar y contrastar esta afirmación.