Un elemento esencial de las políticas de empleo es sin duda la intermediación en el mercado de trabajo. Se trata de algo tan simple �a priori� y en apariencia, como casar las ofertas de trabajo de las empresas y empleadores con las demandas de empleo formuladas por los trabajadores, ya sean éstos demandantes de empleo o, en su caso, trabajadores ocupados interesados en mejorar sus posiciones actuales. Mediante la Ley 35/2010, de 17 de septiembre, de reforma del mercado de trabajo y el RD 1796/2010, de 30 de diciembre, por el que se regulan las agencias de colocación, se reconoce por primera vez en nuestro Ordenamiento Jurídico las agencias de colocación privadas con ánimo de lucro que podrán intermediar en el convulso actualmente, mercado de trabajo.