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Orna Rabinovich-Einy
Este trabajo invita a los lectores a reconsiderar la relación entre la resolución electrónica de disputas (ODR) y los mecanismos tradicionales de resolución de disputas: la resolución alternativa de disputas (ADR) y los tribunales. Hasta la fecha, el ODR siempre se ha relegado a los casos en los que las vías tradicionales resultan ineficaces o no están disponibles. Este artículo examina el uso potencial del ODR incluso cuando exista la posibilidad de usar la vía tradicional para la resolución de conflictos. En particular, en este trabajo se destaca la contribución cualitativa que puede tener el ODR. Incluso en los casos en que no se emplee el ODR como medio para resolver el conflicto, puede servir de inspiración para introducir cambios en el diseño de los medios tradicionales de resolución de disputas. Estas vías tradicionales se han visto afectadas por una falta de responsabilidad, por lo que han tendido a adoptar unos formatos rígidos que impiden el aprendizaje y la mejora. El ODR, gracias sobre todo a la grabación automática de un gran volumen de datos en la comunicación de resoluciones en formato digital, tienen el potencial de mejorar tanto la responsabilidad como el aprendizaje. Este informe examina estas cualidades y sugiere algunas maneras mediante las cuales los mecanismos tradicionales de resolución de disputas podrían corregir viejos hábitos y prácticas arraigadas para reforzar su responsabilidad e impulsar el aprendizaje siguiendo el espíritu del ODR.
