Juan Manuel Vega Serrano
Con anterioridad a la crisis internacional desatada en el verano de 2007 el sistema bancario irlandés se había fragilizado notablemente al embarcarse en una extraordinaria expansión crediticia financiada en los mercados de capitales exteriores. Desde entonces, el formidable coste de las medidas de apoyo a la banca ha coadyuvado decisivamente a la crisis fiscal del Estado irlandés, destruyendo su capacidad para adoptar políticas contra cíclicas en un contexto de intensa recesión.