El presente trabajo aborda los problemas que plantea la descentralización productiva, la sucesión de empresa y los grupos de sociedades cuando alguna de las empresas afectadas es declarada en concurso de acreedores. En la descentralización productiva se trata fundamentalmente de cuestiones de orden procesal: las acciones de responsabilidad se escinden y ello requiere medidas específicas de coordinación, especialmente en la fase de ejecución. En la sucesión de empresa y en los grupos de sociedades, aparte de estas exigencias de coordinación, hay que tener en cuenta la regulación específica prevista en la Ley Concursal. Los cambios introducidos por esta ley son, sin embargo, insuficientes. La regulación de los grupos de sociedades se limita a prever, en ciertos supuestos, la declaración conjunta de concurso y la acumulación, pero en términos muy restrictivos. Por su parte, la regulación de la transmisión de empresas ha resultado ser excesivamente tímida. No se ha logrado resolver los problemas que plantea la venta de la empresa en el marco del concurso, limitándose el legislador, en esta materia, a establecer ciertas medidas de moderación en la responsabilidad del adquirente.