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La inclusión del principio de igualdad y no discriminación por razón de sexo es, en términos históricos, relativamente reciente en los textos constitucionales y se ha configurado como el cauce para el reconocimiento de las mujeres como ciudadanas y como sujetos de derechos. Sin embargo ni la consagración de la igualdad en las Constituciones ni su desarrollo normativo, especialmente en la última década, ha posibilitado la erradicación de la situación secular de desigualdad de mujeres y hombres.
Y aunque el gran avance en este sentido es indiscutible, también es fácilmente constatable que dicho proceso ha generado muchas confusiones tanto en la conceptualización de la igualdad como en las diferentes técnicas y herramientas que se utilizan para su consecución y que pueden suponer un estancamiento o retroceso para el ejercicio de los derechos por las mujeres. En el presente trabajo sostenemos que la razón principal de estas confusiones se debe al mantenimiento de una concepción del sujeto que, lejos de constituir un parámetro neutro universal de la titularidad de los derechos, sigue siendo masculino. El análisis de la conformación histórica de la subjetividad jurídica (y política) desde la perspectiva de género como herramienta útil para evitar estas confusiones conceptuales es el objetivo principal de este trabajo
