Mediante el RDL 13/2010 se ha llevado a cabo una reestructuración muy importante del sistema aeroportuario español, que persigue mejorar la agilidad y eficiencia de la gestión de los aeropuertos a la vez que posibilita la obtención de ingresos adicionales para el sector público. Para ello, se encomienda la gestión de los servicios aeroportuarios a una sociedad mercantil estatal («Aena Aeropuertos S.A.»), y se permite la entrada en el sector aeroportuario de capital privado, bien directamente en esta sociedad (o en las sociedades filiales que puedan crearse), o bien mediante la suscripción por la misma de un contrato para la gestión aeroportuaria con un inversor privado a su propio riesgo y ventura.