Sebastian Huhn
Centroamérica tiene la fama de ser una región muy violenta en la que las altas tasas de criminalidad, las agresivas pandillas juveniles, el tráfico de drogas y la inseguridad ciudadana determinan el diario vivir. Los políticos, los medios de comunicación así como también los observadores políticos dentro y fuera de la región, afirman con frecuencia que la población valora la situación de la misma manera sin objeción y que aboga además por más ley y orden. Este artículo analiza tanto la percepción social de la violencia y la criminalidad en Costa Rica, El Salvador y Nicaragua, como también las ideas para sus posibles soluciones. Tomando como base las entrevistas y las redacciones de los colegiales, este artículo examina qué contenidos de enunciados públicos se reflejan en la población. Las fuentes confirman que circulan los discursos hegemónicos sobre violencia, criminalidad e inseguridad, los que, constituyen el saber valedero y construyen la realidad. Simultáneamente la mayoría de la población está, al parecer, en contra de los métodos políticamente represivos como solución.
Central America has the reputation of being a violent region with high crime rates, youth gangs, drug traffic, and ubiquitous insecurity. Politicians, the media, and social scientists in and outside the region often claim that the societies are in complete agreement with their judgment of the situation and that all society members are calling for law and order and social segregation. Focusing on Costa Rica, El Salvador, and Nicaragua, the paper analyzes the social perception of violence and crime. On the basis of essays written by secondary school students and interviews with citizens from all walks of life in the three countries, the paper points out how elite arguments on violence and crime are translated into everyday life, and what society members suggest be done to deal with these problems. The sources prove that there are noticeable hegemonic discourses on violence and crime in Costa Rica, El Salvador, and Nicaragua. Simultaneously, a majority of the respondents call for social and integrative solutions rather than the so-called �iron fist.� The repressive trend in Central American policies therefore does not necessarily receive the presumed affirmation asserted by many authorities on and in the region.