Muchas de las ciudades antiguas entran en decadencia durante el s. VI dc. Sin embargo, globalmente se puede decir que el proyecto urbanístico de Justiniano es muy ambicioso, que dispone de los mejores arquitectos y la tecnología más avanzada, y lo extiende a todo el Imperio. Ahora bien, la edilicia eclesiástica modifica radicalmente el planeamiento del paisaje, lo que se percibe también en la legislación justinianea.