Este artículo analiza críticamente el discurso dominante que asume que estamos viendo un cambio profundo de la economía del mundo desarrollado - conocido como Nueva Economía - como consecuencia de la introducción masiva en las áreas productivas y distributivas de los nuevos sistemas de información basados en Internet. También cuestiona que tal supuesto cambio haya causado la sociedad del conocimiento. El autor analiza la economía y mercados laborales de EEUU - puntos de referencia obligatorios para tales nuevos paradigmas -, mostrando empíricamente que tales supuestos son insostenibles, señalando que los cambios en la economía estadounidense responden primordialmente a factores coyunturales y políticos más que a causas estructurales como las teorías de aquellos paradigmas asumen