Se resaltan aquí dos dimensiones interrelacionadas, que han sido decisivas en la obra, el pensamiento, la acción intelectual y la política de Joaquín Ruiz-Giménez. La primera (desde 1956) en la Universidad, abriendo siempre paso en ella a jóvenes críticos con el régimen, en la evolución personal de su filosofía jurídica que irá desde una fase inicial más preocupada por la "fundamentación de los fundamentos" hacia una fase posterior con propuestas concretas ya para la "realización de los fundamentos". La segunda (desde 1963), en Cuadernos para el Diálogo - Ruiz-Giménez fue su fundador y sustentador -, buscando las mejores vías para esa realización en nuestro país de los derechos humanos, de los valores de libertad, igualdad y solidaridad, en definitiva de la dignidad humana. Ese contexto de diálogo, junto con las luchas de la oposición a la dictadura por colectivos sociales, políticos, sindicales y culturales, harían posible en España (después de 1975) la transición a la democracia y la Constitución de 1978