La coexistencia de dos tendencias de pensamiento económico en el núcleo fundador de la Institución Libre de Enseñanza puede explicarse, aparte de por afinidades personales e ideológicas, por la proximidad doctrinal entre un krausismo que había defendido el liberalismo económico antes de la Revolución y la escuela economista. La adhesión al mercado y al librecambio por parte de Giner y Azcárate permitió la creación de un consenso básico entre ambos sectores intelectuales. Este consenso se vio afianzado merced a la aceptación de las reformas sociales por los economistas liberales, así como la aparición de nuevas tendencias económicas más radicales