Junto a las reformas estructurales en el ámbito financiero, presupuestario y laboral, el fomento de la inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) se ha convertido en un objetivo común de las propuestas económicas para salir de la actual crisis. Esta recomendación se acompaña del objetivo de impulsar un cambio estructural que haga crecer la producción y el empleo en los sectores más intensivos en I+D+i y en el uso de capital TIC (nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones).
El trabajo argumenta que, al menos tan importante como aumentar el gasto en I+D+i, es conseguir un doble objetivo: 1) mayor presencia del sector privado y 2) mayor coordinación entre los diferentes organismos públicos involucrados, y entre estos y el sector privado.