Este estudio realizado por la Comisión Jurídica Asesora de la Generalidad de Cataluña a modo de comunicación en las XI Jornadas de la Función Consultiva analiza las circunstancias en que se desarrolla la contratación administrativa en un entorno de crisis económica. Esta situación provoca efectos sobre la acción de la Administración que, por una parte, recurre a determinadas figuras de contratación (financiación pública exclusiva…) en detrimento de otras en las que la participación privada en la financiación es más relevante, por ejemplo; y por otra, se ve obligada a atender los problemas que la situación económica genera en los contratistas y, en consecuencia, en contratos que ya han empezado a ejecutarse.
La situación ciertamente no es novedosa, y por ello ya son clásicas las construcciones jurídicas que tanto desde el Derecho Público como el Privado han intentado atender los problemas que genera el cambio brusco de circunstancias económicas en la vida de los contratos. En este sentido la Ley 30/2007, de Contratos del Sector Público sigue la estela de normas precedentes y establece mecanismos para evitar incumplimientos o mitigar la situación del contratista cuando no concurra culpa ni falta de diligencia profesional. En estos supuestos, la intervención de los órganos consultivos en especial en la resolución contractual puede, según el autor, contribuir a un uso ponderado de las prerrogativas de que dispone la Administración, para lo cual recurre a la experiencia reciente de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalidad de Cataluña, en especial, en relación con la resolución de contratos en el ámbito de la Administración local
This study, which was carried out by the Legal Advisory Commission by way of communication at the 11 th Edition of the Consultative Function Congress, analyses the circumstances in which administrative contracting is developed in times of economic crisis. This situation affects the action of the Administration which, on one hand resorts to determined contracting concepts (exclusive public financing…) to the detriment of others in which, for example, private participation in financing is more relevant and, on the other hand, it is obliged to attend to the problems generated by the economic situation affecting the contractors and, consequently, their effect on contracts that have already come into force.
The situation is certainly not new and, for that reason, the judicial constructions, through both Public and Private Law, which have attempted to address the problems generated by the abrupt change in economic circumstances affecting contracts that are in vigour. To this end, Law no. 30/2007 of Public Sector Contracts follows in the wake of preceding regulations and establishes mechanisms to avoid breaches of contract or attenuate the contractor’s situation where he or she is not at fault and has not been found lacking in professional diligence. In these suppositions, the intervention of consultative organs, particularly in the case of resolving contractual situations may, according to the author, contribute towards a pondered use of the prerogatives which the Administration Body has at its disposal, for which it resorts to the recent experience of the Legal Advisory Commission of the Generalitat of Catalonia, particularly with regard to the resolving of contracts in the field of local Administration