Larry Kramer
Kramer, un emprendedor en medios, observa tres empresas francesas que usan formas poco tecnológicas para conectarse mejor con los clientes.
El fabricante de artículos de lujo Boucheron celebra cenas íntimas con un número pequeño de clientes clave; la subsidiaria francesa de Nespresso está haciendo grandes inversiones en call centers �a pesar del hecho de que la mayoría de los pedidos provienen de otros canales� y capacitando a su personal para que le dedique más tiempo a conversar con los clientes; y Vente-Privee trata a sus proveedores clave como clientes, forjando conexiones personales con ellos.
Kramer sostiene que incluso en una era en que tantas empresas están obsesionadas con las redes sociales y tratando de amasar millones de seguidores en Twitter y Facebook, las relaciones más profundas entre las empresas y los clientes continúa siendo formada offline, donde tienen una mayor capacidad de comprometerse en un diálogo verdadero.