La reforma del mercado de trabajo llevada a cabo por la L 35/2010 no ha logrado el consenso entre el Gobierno y las organizaciones sindicales y empresariales en el largo proceso de diálogo social desarrollado durante meses, ni tampoco un acercamiento de posiciones de los diversos grupos políticos sobre al alcance y contenido de la modificación legislativa. A pesar de ello, ha existido un amplio consenso sobre la necesidad de esta reforma, demandada desde hace años en instancias internacionales, necesidad agudizada por los efectos perniciosos generados en nuestro mercado de trabajo por la presente crisis económico-financiera, que ha venido acompañada de una rápida, intensa e insólita destrucción de puestos de trabajo. Sin embargo, la L 35/2010 no culmina, sino que inicia, un proceso de reformas de disposiciones laborales y de Seguridad Social que habrá de ser completado para que surta plenos efectos.