Jordi Tena Sánchez
En este trabajo se intenta ofrecer algunas líneas básicas de lo que debería ser una definición sociológica del concepto de virtud cívica. Se sostiene que debemos entender la virtud cívica como la motivación para actuar de forma públicamente orientada. Se argumenta que la virtud cívica es constituida por las motivaciones que causan las acciones concretas, no por las conductas ni por las disposiciones de carácter. Asimismo, también se sostiene que las motivaciones virtuosas pueden consistir en motivaciones para la cooperación y para sancionar a los que no cooperen, así como en motivaciones de tipo solidario y altruista. No obstante, se sostiene también que no todas las motivaciones morales y, en particular, no todas las motivaciones altruistas pueden ser calificadas de virtuosas. Finalmente, se argumenta que la extensión social de la virtud cívica debe consistir en la extensión de un cuerpo de normas morales y sociales públicamente orientadas. En este sentido, se aportan razones en favor de concebir la correcta articulación entre virtud cívica y diseño institucional como un óptimo social.