El conflicto social adolescente constituye una realidad compleja y multidimensional cada vez más presente en el marco de las sociedades occidentales, donde se expresa en diferentes escenarios y bajo múltiples patrones de conducta. Hunde sus raíces en lo personal, en los vínculos familiares, en las relaciones de apego y en el maltrato en la infancia. Las políticas migratorias, pensadas fundamentalmente para la gestión del flujo migratorio han puesto de manifiesto una nueva tipología de conflicto social adolescente, asociada a la secuencia del proyecto migratorio de las figuras parentales, así como a las políticas de integración social de las sociedades de acogida.