El trabajo analiza que, a pesar del crecimiento del empleo y del gasto social en los Estados de Bienestar europeos, no se ha conseguido reducir las tasas de pobreza relativa, de forma que el empleo ha beneficiado solo parcialmente a los hogares sin ocupación.
Además, se analiza el proceso de transición desde el tradicional Estado de Bienestar, más redistributivo, a otro Estado de inversión social o proactivo.