La toma de decisiones constituye una parte esencial de la acción gubernamental. El gobierno tiene la responsabilidad de utilizar los instrumentos a su disposición que le permitan tomar las mejores decisiones posibles. Este artículo sostiene que el análisis costo-beneficio, adecuadamente utilizado, puede mejorar las políticas ambientales y de salud pública. Para ello, se explican las razones de por qué resulta necesaria su aplicación. Además, se describen los orígenes de su incorporación en los Estados Unidos. Asimismo, se analizan algunas de las deficiencias de su aplicación actual, detallando alternativas para su corrección.