Entre las causas principales de la peor crisis económica desde la Gran Depresión se encuentran los productos financieros extremadamente complejos, opacos y de alto riesgo tales como las collateralized debt obligations y los credit default swaps. Los reguladores, los compradores, e incluso muchos emisores de estos productos estructurados y complejos no entendían cómo funcionaban en tiempos de calma y, mucho menos, en tiempos de extrema tensión del mercado. Estos productos no sólo han contribuido a causar la crisis sino que también han hecho que sea más difícil de resolver. Como respuesta, basándose en una analogía con la Federal Drug Administration, un grupo de analistas ha propuesto que sea una autoridad reguladora del gobierno denominada ASPEF (Administración para la Seguridad de los Productos y la Estabilidad Financiera) la que apruebe los productos financieros antes de que salgan al mercado