Resumen:
Las desigualdades económicas a las que nos enfrentamos diariamente en nuestras sociedades contemporáneas son enormes. Las crisis económicas de estos últimos años han profundizado y colocado en situaciones de miseria a grandes sectores de la población mundial. Sin asistencia sanitaria, sin contención social, sin un sistema que brinde seguridad ante el fenómeno cada vez más extendido del empleo precario o del desempleo han hecho crecer hasta niveles impensados la pobreza y la desigualdad. ¿Cuál es el análisis de esta situación de desigualdad creciente? ¿Cuáles son las herramientas conceptuales con las que pensamos la desigualdad económica, política y estructural? ¿Cómo podemos evaluar si las instituciones de una sociedad son justas o no? En este contexto social la labor de los filósofos políticos es útil y podría decirse indispensable. John Rawls elaboró una teoría de la justicia que nos ayuda a responder estas preguntas. El diseño institucional debe ser justo y dar cuenta de nuestras intuiciones fundamentales respecto cómo deben ser tratadas las personas. Construyó una teoría que proporciona los criterios últimos con los que evaluar los arreglos institucionales concretos de nuestras sociedades y determinar cuáles de todas las desigualdades que padecemos están realmente justificadas y cuáles no. Al menos en ese ámbito John Rawls abrió senderos de pensamiento inexplorados hasta no hace mucho�