En los últimos años se está produciendo un intenso debate en torno a la crisis de la familia tradicional: matrimonial, heterosexual, indisoluble y de desigualdad sexual. El reconocimiento de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres ha tenido como consecuencia algunos cambios importantes en aquella familia sustentadora de una cultura patriarcal. La realidad social actual muestra una pluralidad de estructuras familiares que no se ha traducido en una idéntica valoración jurídica de todas ellas. Sin embargo, la equivalencia en las funciones familiares que las diversas familias cumplen, debería merecer un tratamiento jurídico cuyas diferencias sólo estuvieran justificadas por sus necesidades específicas. Sólo una regulación en tal sentido haría real la libertad de elegir la forma de convivencia familiar más acorde a los deseos de sus integrantes y una protección eficaz de la familia.
In the last years there´s been a great discussion about the crisis of the traditional family: maritally bonded, heterosexual, unbreakable and based on sexual unequality. The acknowledgement of legal equality between men and women has produced some important changes in that family considered as an ideal model in a patriarchal culture. Nowadays the existence of multiple family structures in the society hasn´t been translated in an equal legal status. But the equivalent functions of every type of family should deserve an identical legal treatment and only their specific needs would justify differences in the law. Acting that way the freedom to choose a certain form of family bondage would truly become a real and protected option.