Ana Ayuga Roldán
Tres años después de la incursión del carné por puntos en nuestro país, llega su primera reforma con la Ley 18/2009, de 23 de noviembre, que busca depurar los puntos débiles y reforzar los objetivos: el incremento de la seguridad vial y el descenso de la mortalidad. Tras someter a examen el sistema -y con el beneplácito del descenso de accidentes mortales desde que entró en vigor-, el legislador lo tiene claro: es "imprescindible seguir avanzando en el camino recorrido". Y este avance pasa por una profunda modificación del procedimiento sancionador, que se convierte en el eje de la reforma y en una fuerte apuesta.