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Mansour Javidan, Mary Teagarden, David E. Bowen
Cuando Alan, una estrella en ascenso de una empresa manufacturera con casa matriz en EE.UU. y designado como director general de los productos de consumo en China, llegó a Beijing para asumir su cargo, estaba lleno de energía y entusiasmo. Le habían encargado liderar la expansión de su firma en el mercado que, según sus jefes no se cansaban de repetir, tenía el crecimiento más rápido en el mundo. Aunque su predecesor le advirtió que algunas tensiones internas dificultaron los esfuerzos de crecimiento de la empresa �en particular, que marketing y ventas prometían cosas que operaciones y distribución no cumplían�, éste parecía un problema fácil de resolver. Todo lo que debía hacer, pensaba Alan, era integrar mejor las diferentes partes de la organización en el país...
