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David Cobos Sanchiz
La formación no es sólo un requerimiento legal sino también un elemento clave en el desarrollo de las medidas preventivas en la empresa. El primer paso para construir un buen programa de formación en prevención de riesgos laborales es empezar haciendo una evaluación de necesidades formativas. La literatura sobre el tema plantea ésta como una investigación previa y prolija, pero las condiciones ideales para este proceso no se suelen dar casi nunca en las compañías. Es por ello que los técnicos de prevención han de asumir la construcción de análisis de necesidades imbuyéndolo en el propio proceso formativo. Las fuentes para desarrollo pueden agruparse en tres bloques: necesidades demandadas por la empresa, las detectadas por el prevencionista y las percibidas por trabajadores y mandos. A pesar de las dificultades, se puede desarrollar un buen programa de formación, teniendo presente que será necesario rediseñarlo a partir de la experiencia.
