Las �brechas generacionales� son universales en el mundo moderno, en gran parte debido a la tecnología y a los rápidos avances. Sin embargo, en Japón se ha prestado especial atención a la brecha entre los jóvenes y los mayores porque el orden social adulto japonés ha exigido un gran sacrificio personal a los que entraban en él, pidiendo de forma estereotipada a los hombres que se dedicaran a sus empresas y a las mujeres que se dedicaran a sus hijos; el temor era que los jóvenes no estuvieran dispuestos a hacer este sacrificio.
En la época de la posguerra, las anteriores �generaciones jó venes� del país habían sido más o menos como las de sus padres: porque el orden económico y social japonés tenía tanto éxito que la mayoría pensaban que no tenían mucho donde elegir si no era entrar en este orden. Sin embargo, en la actualidad las cosas han cambiado: los jó - venes japoneses que no opten por hacer carrera profesional o que no se casen y tengan hijos probablemente no vivan la vida como sus padres, lo cual puede amenazar sustancialmente el orden social adulto japonés. Por un lado, esto podría considerarse un avance positivo, en el sen tido que permite a las personas tener más libertad a la hora de vivir su vida. Pero por otro la do puede parecer negativo. Por muchos sacrificios que exi giera a las personas, el orden social japonés de la posgue - rra funcionó muy bien y creó una sociedad próspera y segura, aunque parece que esta época ya es agua pasada.