El trabajo reflexiona sobre las relaciones entre Estados Unidos y la República Islámica de Irán a partir del inicio de la guerra en Iraq en el año 2003, pero enfocándose primordialmente en el peso central que tiene en esta relación el programa nuclear iraní. Luego de tratar los años de grandes tensiones bilaterales constatados durante la administración de Bush, y algunos de los hechos positivos que paralelamente se percibieron, el artíCulo estudia los aspectos más importantes del cambio del discurso político en la administración de Obama hacia Irán. Aunque el autor considera que efectivamente existe una nueva oportunidad negociadora, duda que tal proceso, en caso de que pueda llevarse adelante, pueda conducir a una normalización total de las relaciones a corto o mediano plazo.