Según los acuerdos de Oslo (1993), un Estado palestino se proclamaría antes del 4 de mayo de 1999. La imposibilidad de aplicar esta resolución mostró la degradación del proceso de paz, cuyo fracaso se hizo evidente antes de que estallara la segunda Intifada en septiembre de 2000. Durante negociaciones sucesivas, apadrinadas por el "Cuarteto para el Medio Oriente" a partir de 2002, se puso el énfasis en una nueva fórmula: la "solución de dos Estados" ("the Two-State Solution"). Esta evolución muestra la emergencia de un nuevo enfoque. Mientras que el "Estado palestino" proyectaba una fórmula de independencia y de soberanía nacional completas a pesar de las limitantes territoriales existentes, la "solución de dos Estados" se basa en un enfoque cuya única cínica ambición es favorecer a un Estado "protegido" en un conjunto Israel-Palestina controlado por Israel.