Las etiquetas RED permiten controlar al trabajador durante la jornada y fuera de ella, almacenar datos personales, elaborar un �perfil productivo� a través del seguimiento de las tareas, conocer los hábitos personales y médicos de los trabajadores, etc.. De ahí la valoración crítica de los riesgos que comportan para los derechos fundamentales implicados: intimidad, protección de datos, libertad sindical, etc..