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La gran idea: El mundo necesita un mercado de capitales de invención parecido al mercado de capitales de riesgo que apoya a las start-up y al mercado del capital privado que revitaliza a compañías ineficaces.
El argumento: Inventar o producir ideas útiles y que valen la pena registrar con patentes son actividades disfuncionales, con escaso financiamiento y que dependen en exceso de la generosidad de las dádivas del gobierno, porque no están organizadas como labores lucrativas.
Un mejor enfoque: Crear un mercado eficaz donde se pueda comprar, vender o licenciar patentes mediante fondos de inversión que gestionen los altos riesgos. Esto, a partir de la acumulación de enormes portafolios de patentes, que los junten en paquetes para maximizar su valor. Los capitalistas profesionales de invención no solamente operarían tales fondos, sino que también proporcionarían servicios para ayudar a las compañías, universidades e inventores individuales a desarrollar y monetizar sus ideas.
