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El objetivo de este estudio es contribuir a identificar políticas públicas que fomenten un desarrollo más integrador de los hogares de bajos ingresos dependientes de la agricultura, facilitando su acceso a oportunidades de mayores ingresos tanto dentro como fuera del sector. No existe un criterio estándar para definir estos hogares, y por tanto los resultados pueden ser sensibles a la definición empleada, lo que se discute en el texto. En base a la encuesta Casen 2003, el estudio clasifica los hogares agrícolas en dos grandes grupos: independientes (por cuenta propia), usualmente referidos como agricultura familiar, y asalariados. Del análisis realizado se desprende que, asociado al auge agroexportador, la categoría de asalariados es cada vez más importante, representando cerca del 60% de los hogares, y en donde aparece una incidencia de pobreza relativamente mayor.
Con todo, se observa que aparte de esas dos grandes categorías existe también una gran heterogeneidad dentro de cada una de ellas, lo que es importante desde el punto de vista del diseño de las políticas públicas.
No hay soluciones únicas para los pequeños propietarios. El estudio presenta un perfil desagregado de características de los hogares, considerando localización, nivel de escolaridad y edad del jefe del hogar, como también su género y pertenencia a etnia indígena, y diversas otras variables. Con el objeto de cuantificar el impacto de las distintas características estructurales y demográficas en los ingresos de los hogares, el estudio presenta estimaciones econométricas de funciones de ingreso familiar que dan un orden de magnitud del impacto en el ingreso de cada uno de los atributos analizados.
