Si elijo cambiar de móvil y abandonar el antiguo, este hecho no conlleva ningún trauma, ni connotaciones negativas ni repensar mi modo de actuar. Pero, si acostumbrado a mi forma de trabajo, la empresa decide que debo prescindir de mi agenda, teletrabajar, cambiar mis sistemas de comunicación o redefinir mi rol, entonces estoy en un cambio traumático siempre que no sea deseado o aceptado. De ese tipo de cambios hablamos en este artículo.