Para algunos, la mención del presupuesto trae consigo imágenes de horas y horas de trabajo recopilando datos y rellenando hojas de cálculo; para otros equivale a largas sesiones con diversos directores discutiendo sobre estimaciones y supuestos. También hay quien piensa en el presupuesto como un documento muy bien elaborado que queda guardado en un cajón o un archivador tras una rápida revisión. Los autores del presente artículo ofrecen las claves para hacer del presupuesto una herramienta valiosa para la toma de decisiones de negocio.